En los últimos años se ha apreciado un descenso en el número de pintadas que se hacen en fachadas y escaparates. Las autoridades están trabajando duramente para combatir este hecho, considerado un atentado conta la propiedad ajena. Que se castiga con multas a partir de los 300 euros.
Sin duda cada cosa tiene su momento y lugar. Esta frase que a menudo oimos decir a las madres, puede aplicarse al 100% en el caso de los graffitis. Algunos destinos turísticos famosos en la actualidad sorprenden por el gran número de pintadas que en sus edificios principales se descubren. El graffiti queda recogido dentro del arte callejero como una de las más llamativas formas de avivar fachadas, puertas de cocheras o incluso locales comerciales.
Cuando los graffitis se convierten en un delito
En el momento en el que se hacen sin un consentimiento explícito, los graffitis dejan de ser arte para convertirse en un acto bandálico. Las pintadas son uno de los principales frentes de los locales a pie de calle que, de buena mañana, se encuentran los escaparates de su tienda manchados con pinturas hechas con spray.
Estas pintadas son más difíciles de eliminar de lo que parece, hemos de tener en cuenta el alto coste de un escaparate y lo que supondría rayarlo al intentar eliminar el graffiti.
Eliminar graffitis de paredes y escaparates
Reciglass es una empresa dedicada a la limpieza de graffitis y pintadas. Dispone de tecnología que permite la eliminación de pintadas sin dejar rastro alguno y sin dañar la superficie. Se utilizan distintos medios dependiendo del material sobre el que se ha hecho la pintada. En ocasiones, los destrozos producidos en los escaparates requieren del pulido de cristales para dejarlos de nuevo como el primer día.