Los graffiti son pinturas que suelen encontrarse en lugares públicos y que, generalmente, pretenden hacer una crítica política o social. Algunas personas los perciben como su único método para expresarse en una sociedad que sienten que les censura a cada paso que dan, otros lo entienden como obras de arte, casi con el mismo valor e importancia que un cuadro del pintor más famoso de todos los tiempos, y opinan que sirven para reconvertir lugares, que antes solo eran un puñado de ladrillos a punto de derrumbarse, en un espacio que transmita algo más que ruinas olvidadas a la gente. Mientras que otros, simplemente lo identifican como otra manera más de vandalismo contra el mobiliario público, en lugares tales como las paradas de autobús, parques o fachadas de ministerios públicos, cuyo arreglo después saldrá del bolsillo popular, también se producen estas acciones vandálicas en fachadas de establecimientos o en viviendas privadas.
Y, ¿a quién le gustaría despertarse una mañana y encontrarse con una pintada justo en la puerta de su casa?
La solución para todo esto no es pagar a una empresa para que pinte por encima de los graffitis y olvidarse de que alguna vez debajo de esa nueva capa de pintura existió una pintada, ni llenar un cubo con agua y jabón y ponerse a frotar como un desquiciado para que la pared recupere su forma original.
Una resolución adecuada sería recurrir a la protección antigraffiti o barniz antigraffiti. Dicha pintura constituirá una gran protección en la pared y no permitirá que sprays u objetos cuyos componentes sean de un carácter similar perduren sobre su superficie. Facilitará enormemente su limpieza, ya que solamente tendrás que verter agua sobre la pared para que se borren las pintadas. Además de que el barniz antigraffiti es muy sencillo de emplear, solamente tendrás que hacer uso de una brocha para aplicar la protección sobre la pared escogida y después dejar que actúe. Es una solución, más permanente que pintar por encima del graffiti o que dejarte las manos tratando de eliminarlo tú mismo frotando con un estropajo, que te evitará muchos quebraderos de cabeza y pérdidas monetarias.
Hay empresas que se dedican a la venta de dichos productos y tienen gran variedad de servicios para batallar contra estos actos de alteración de la fachada de tu hogar o de algún lugar público. Evidentemente, también podrías contactar con una de estas empresas para que ellos mismos te solucionasen el problema y pagarles para que te quiten la pintada de en medio, así te olvidarías de tener que comprar la pintura y aplicarla tú mismo.
La moraleja de todo este asunto es que, ya sea por el transcurso del tiempo, las variaciones del clima, el trato que le damos los humanos a nuestros bienes materiales o por acciones de vandalismo o expresiones artísticas, dependiendo de la lente con la que se mire, el deterioro de las cosas que nos rodean es irrefrenable, pero puede ralentizarse si les proporcionamos el cuidado y la protección correspondientes.