Luego de limpiar de un graffiti debemos tener algunas precauciones para evitar daños futuros y reducir el impacto de los productos y la pintura. Sabemos que tanto el graffiti como las técnicas y métodos de limpieza pueden generar un deterioro de la superficie, y en ese sentido debemos saber que hacer después de limpiarla.
A continuación te presentamos una serie de consejos que facilitan el tratamiento posterior a una limpieza de graffitis. Son mecanismo importante que debemos manejar si queremos preservar el área y evitar perderla.
¿Qué hacer luego de una limpieza de graffiti?
Al terminar la limpieza de graffitis debemos aplicar una capa protectora en la superficie. Con esta garantizamos que el área se ensucie con facilidad y reducimos el impacto de los químicos de la pintura. En sí lo que esta capa hace es repeler el graffiti cuando se aplica, incluyendo otro tipo de manchas.
Esta protección posterior es temporal o permanente, todo depende de la frecuencia en que realizan graffitis en la zona. Lo negativo de este proceso es el impacto de la capa la cual puede alterar, levemente, la forma de la fachada. Dentro de los consejos a considerar está el uso moderado de estos productos en áreas determinadas.
También existe un método de limpieza de graffitis que deja resultados profesionales y sus efectos son estéticos y no alteran la fachada. Por el contrario su potencial recubre la superficie y protege los materiales que la recubren.
El resultado es una zona limpia, resistente, duradera y económica.
Por último debemos recordar que este proceso, cuando se hace manualmente, demanda mucho esfuerzo y tiempo. Además de una buena cantidad de dinero en equipos, materiales y productos. Pero nuestros consejos se basan en contratar expertos que solucione este problema de manera efectiva y asequible. Solo los profesionales saben qué hacer y cómo lograrlo.
Otros consejos para después de limpiar el graffiti
Luego de la limpieza de graffitis, bien sea de forma manual o profesional, debemos tener en cuenta algunos aspectos. Lo primero es tratar de alertar a las autoridades que existe un grupo de personas generando estas acciones en propiedad privada.
No es recomendable enfrentarlos directamente porque podrían ser grupos violentos. Pero es fundamental buscar soluciones drásticas para que no vuelvan a manchar sus paredes, muros o portones. A pesar de existir varias técnicas y métodos que varían en costo, tiempo y esfuerzo no podemos prestarnos a estas situaciones.
Recordemos que el graffiti representa una lucha entre bandas que pintan lo que esté en su camino para marcar territorio. Esta batalla puede durar mucho tiempo y costarnos mucho más. Nuestros consejos se basan en reducir las opciones para pintar de estos grupos, tales como: Superficies que repelen pinturas en aerosol o cualquier material que usen Reducir el acceso a esas zonas Crear grupos vecinales que hagan rondas y disminuyan la ejecución de estas actividades Alertar a los cuerpos policiales sobre la situación Identificar a los grupos o grafiteros y conversar con ellos Habilitar espacios en donde puedan hacer sus graffitis sin dañar la propiedad privada